Ketchikan, Alaska, es conocida por su impresionante belleza natural, su rica herencia cultural y sus aventuras al aire libre. Las familias que visitan esta encantadora ciudad pueden explorar el pintoresco paseo marítimo, donde coloridos tótems adornan la costa en el Parque Histórico Estatal Totem Bight. Este parque cuenta con una colección de tótems auténticos y ofrece una visión de las vidas y tradiciones de los pueblos nativos Tlingit y Haida. Los hermosos senderos y áreas de picnic lo convierten en un lugar perfecto para una salida familiar.

Otro gran destino al aire libre es el Bosque Nacional Tongass, que rodea a Ketchikan. Esta vasta selva tropical es ideal para el senderismo, con rutas adecuadas para todas las edades y niveles de habilidad. Las familias pueden emprender senderos fáciles como el Rainbird Trail, que ofrece vistas impresionantes de los paisajes circundantes. Estén atentos a la vida silvestre, incluidos águilas, osos y diversos animales marinos, lo que convierte la experiencia en algo emocionante tanto para niños como para adultos.

Para un día divertido en el agua, las familias pueden visitar la cercana Marina Clover Pass, donde pueden disfrutar de kayak o paddleboarding en las aguas tranquilas. Esta es una maravillosa manera de experimentar la impresionante costa de Ketchikan y observar focas, nutrias e incluso ballenas jorobadas durante la temporada adecuada. Explorar las vías fluviales puede ser una aventura inolvidable para todos.

Si el clima se torna lluvioso, el Centro de Descubrimiento del Sureste de Alaska ofrece una experiencia interior atractiva. Este centro de visitantes proporciona exhibiciones interactivas sobre la ecología, historia y cultura de la región. Los niños pueden aprender a través de exhibiciones prácticas, mientras que los adultos pueden disfrutar de presentaciones informativas sobre los recursos naturales y la fauna local.

Las familias también pueden dar un paseo tranquilo a lo largo del arroyo Ketchikan y disfrutar de los sonidos y vistas del agua corriente. El arroyo alberga salmones durante la temporada de desove, lo que lo convierte en un lugar fascinante para que los niños sean testigos de la naturaleza en acción. La zona circundante cuenta con varios parques y áreas de juegos, donde los niños pueden jugar y liberar energía mientras los padres se relajan.

Para aquellos que buscan explorar más allá, un viaje de aproximadamente 30 minutos los llevará al pintoresco pueblo de Saxman. Aquí, los visitantes pueden encontrar la Aldea Nativa Saxman, que cuenta con más tótems y la oportunidad de aprender sobre la cultura indígena local. La atmósfera serena y el hermoso paisaje hacen que sea una excursión valiosa para las familias.

Además, las familias pueden visitar el cercano Lago Ward, ubicado a unos 15 minutos de Ketchikan. Este tranquilo lago ofrece oportunidades para pescar, hacer senderismo y disfrutar de un picnic. Los senderos circundantes son fáciles de navegar, lo que lo convierte en un lugar ideal para un día familiar en la naturaleza.

Al explorar Ketchikan y sus hermosos alrededores, es esencial respetar el medio ambiente local y la vida silvestre. Practique los principios de “Dejar No Rastro” limpiando después de sí mismo, permaneciendo en senderos designados y observando la vida silvestre desde una distancia segura. La etiqueta local también alienta a los visitantes a ser corteses con los residentes y otros viajeros, asegurando una experiencia placentera para todos. Al disfrutar de la belleza natural de Ketchikan de manera responsable, ayuda a preservar su encanto para las futuras generaciones.